CRÓNICA
XI 24 HORAS CAMP DE MORVEDRE
25 y 26 de Octubre del 2003
Un año más se celebró en el Puerto de Sagunto otra edición del conocido torneo 24 Horas Camp de Morvedre. Siempre cuenta con la participación de numerosos jugadores locales y de otros cuantos aventureros llegados de muchos puntos de la Comunidad Valenciana. En esta edición, la undécima, la participación ha sido más elevada que en pasados años, llegando a las 22 parejas inscritas, lo que ha dado lugar a un torneo más competitivo.
Este popular torneo se disputó entre las 17 horas del sábado 25 de octubre hasta las 17 horas del domingo 26, jugándose un total de 25 horas seguidas, gracias a la ingeniosa idea de hacerlo coincidir precisamente con el día en el que cambiamos nuestros relojes al horario de invierno, pudiéndose jugar así una hora más. Esto hace que el nombre del torneo no sea del todo exacto, pues no se juegan 24 horas sino 25, una más. El sistema de juego, llamado “Masnou” popularmente en el Camp de Morvedre, consiste en jugar partidas de cinco minutos sin parar durante todo el torneo. Para ello contamos con un número de jugadores jugando y unos pocos en cola, de forma que cuando termine una partida el derrotado se levante, pasando a estar en la cola, y ceda su puesto al primero de la misma. Además, se juega por parejas, sumándose al final del torneo los puntos conseguidos por cada componente. Este sistema hace que en cada edición se jueguen cientos de partidas de ajedrez.
Por supuesto, durante 25 horas de torneo no sólo hay ajedrez, pues las anécdotas y las situaciones cómicas siempre están servidas. Nunca faltan los chistes contados en voz alta para todos los jugadores por parte del más bromista o, y esto suele pasar a las horas de más sueño, las partidas en las que ambos jugadores casi no ven las piezas y mueven hasta las del rival.
Centrándonos en esta edición, ha sido la que más nivel ajedrecístico ha tenido de entre todas las de los últimos años. La numerosa participación de jugadores de toda la Comunidad ha hecho un torneo competido y muy igualado. Entre los jugadores más destacados este año contamos con Víctor Penadés (150 puntos conseguidos individualmente) o Javier Buenafé (con un porcentaje del 83%).
El torneo empezó con un ligero retraso a las 17:30 del sábado. Desde sus inicios se vio claramente que las parejas Javier Buenafé – Manuel Carrasco y Andrés García – Víctor Penadés eran las más rápidas y pronto se destacaron en la clasificación. El gran “Buenafeich” empezó con 15 partidas seguidas ganadas. Iba imparable junto con Carrasco, y su pareja estaba arriba en la clasificación en las primeras horas. También empezaron fuertes otras parejas, como la formada por los dos jugadores locales Daniel Pizarro y Andreas Tomczak, quienes también se situaron en las primeras plazas, y las parejas Jose Miguel Pérez – Marco Antonio Fernández y Nicola Accattato – Mario Accattato. Esta última pareja formada por dos hermanos, destacaba por la juventud de sus componentes, pues Mario contaba con tan solo catorce años.
Los jugadores contaban con barra libre en cuanto a comida y refrescos, por lo que aquellos jugadores de pie en cola no se aburrían hasta que les volvía a tocar, sino que aprovechaban para merendar. En este torneo se consumieron más de 20 litros de Coca-Cola. También había bocadillos y otras cosas para picar. Alguien me comentó que de seguir este torneo dos días más todos engordarían diez kilos.
Llegó la hora de la cena y aparecieron en el torneo varias pizzas para los participantes. Hubo un gran clamor general de aprobación que pronto se convirtió en un silencio sepulcral propio de los que están cenando. Mientras, el torneo continuaba y poco a poco se iba viendo que la pareja Andrés – Penadés se iba separando de sus perseguidores. Esta pareja, que ya había ganado en otras ediciones, jugaba rápida y efectivamente, lo que les dio pronto un puesto de honor en la clasificación.
Tras la cena, en la que algunos aprovecharon para ir a algún bar cercano a ver al Valencia por televisión, ¡qué lástima de partido!, empezaron a haber algunas bajas. A Buenafé no le sentó bien lo que había comido y tuvo que retirarse del torneo, dejando a Manolo solo ante el peligro. Esto les apartó definitivamente del título cuando se encontraban en una muy buena posición. Realmente, este duro torneo pudo con algunos.
Aprovechando que era sábado un buen grupo de jugadores salieron de fiesta por diversos locales del Puerto de Sagunto. Por supuesto, esta permitido salir y entrar del torneo en cualquier momento. Lo que pasó en esta salida realmente fue divertido, pero mejor lo contaré en otra ocasión… A la vuelta de estos jugadores a altas horas de la madrugada, el torneo ya estaba encaminado en una dirección: la victoria de Penadés y Andrés y el segundo puesto de Pizarro y Tomczak. Las distancias se hicieron muy grandes entre los primeros y los segundos clasificados y entre estos y los terceros, por lo que se veía muy difícil arrebatarles dichos puestos. En cambio, se preveía una dura lucha para decidir quien les acompañaría en el podio, y así fue.
Llegó la mañana del domingo y el sueño comenzó a causar estragos. El cansancio se acumulaba en los jugadores y los más frescos estaban en su mejor momento de juego. Aquí fue donde intervino la resistencia física. Muchos jugadores pedían el desayuno desde hacía tiempo, más o menos desde las seis, y cuando se sacó hubo una reacción global en forma de jauría de ajedrecistas disputándose hasta la última gota de batido. Tras el desayuno llegaron nuevos jugadores que habían descansado por la noche y otros se fueron. Algunas parejas llevaban sin parar desde el inicio del torneo, los Accattato, Penadés y Andrés, Pizarro y Tomczak…
Alrededor de las dos se trajeron bocadillos para todos los jugadores y así todos pudieron reponer fuerzas de cara al “sprint” final. La lucha por el tercer puesto se había vuelto muy interesante. Los hermanos Accattato iban por delante pero estaban seguidos muy de cerca por Marco y Pérez, quienes empezaban a ver difícil recuperar la distancia que les separaba. La única lucha realmente más interesante era la que había por los bocadillos en la sala de al lado.
Fue entonces cuando vimos a Marco concentrarse y empezar a puntuar muchísimo, haciendo series de hasta diez partidas sin perder. Por su parte, Pérez seguía con su velocidad habitual y pronto alcanzaron el tercer puesto. Una lástima para los hermanos Accattato, que habían estado muy bien todo el torneo pero que al final fueron vencidos por el cansancio y tuvieron que conformarse con la cuarta plaza. Por otra parte, también se decidía en esta recta final el primer puesto local y el primer puesto Sub-14. Merche Herrero y Pako Giménez, leyendas vivas del club Camp de Morvedre, pese a ser muy jóvenes, comenzaban a separarse de sus inmediatos perseguidores Javier Raro y Mario Viché, dos jugadores Sub-16 locales que les pisaban los talones. Recordemos que en realidad la primera pareja local era la formada por Pizarro y Tomczak, pero al estar segundos en la general el premio pasaba a los siguientes.
A las 17:30 del domingo, justo 25 horas después de comenzar, daba fin el torneo 24 Horas Camp de Morvedre. La clasificación final fue encabezada por la pareja Penadés – Andrés, que habían sido líderes más de la mitad del torneo, seguidos de Pizarro – Tomczak, que también habían sido segundos mucho tiempo y finalmente terceros Marco – Pérez, que se habían impuesto en la recta final a los hermanos Accattato. La mejor pareja Sub-14 fue la formada por Néstor Calvo y Alberto Sánchez, dos chavales del Puerto de Sagunto que demostraron mucho tesón e interés por el torneo. Y los mejores locales los ya citados Merche y Pako, demostrando su valía.
Curiosamente me comentaba Andrés, campeón junto a Víctor Penadés, que era la tercera vez que ganaban y siempre en años impares. Esto es cierto, pues esta pareja ha ganado en 1999, 2001 y ahora en el 2003, siendo así la pareja que más puntos ha logrado en todas la ediciones del torneo.
Tras el torneo se celebró la entrega de premios, en la que se repartieron trofeos y regalos para las mejores parejas. Tampoco faltaron las bromas a la hora de entregar los premios el presidente del Club de Ajedrez Camp de Morvedre, César García. Las tres primeras parejas de la general recibieron además de los trofeos unos premios secretos que nadie conocía hasta ese momento.
En unos instantes desapareció todo el mundo para ir a casa inmediatamente a dormir. Comenzaba la peor parte del torneo… ¡limpiar el club tras las 25 horas! Ahora a pensar en novedades para el año que viene…